Hoy ha pasado algo raro. Supongo que algún día dejará de sorprenderme lo que te puedes encontrar en una estación de autobuses, pero ese día no era hoy.
Mientras esperaba a alguien con quien había quedado, estaba apoyado en una de las columnas del edificio. Una vocecilla cercana me hizo girar mi cabeza y ver a una figura envuelta en sucios ropajes que empujaba una silla de ruedas con bolsas encima. Me miraba sonriente y pretendía entablar una conversación. Tras devolverle el saludo y ella hacer un comentario sobre mi pelo, se puso a preguntarme cosas, desde que estudiaba hasta si tenía novia, a lo que yo respondía con monosílabos por no saber todavía ni de que iba la cosa. Paso a escribir una aproximación de lo que vino tras varios "si", "no", "bien", "claro".:
- Como te va la vida?
-Bien.
- Tu te encuentras bien?
- Si.
- No te veo yo muy bien,eh?
- Y eso?
- Pareces preocupado, cansado, no se, yo a tu edad estaba dando botes de alegría por ahi! Vamos, que yo entiendo que vivis una época muy dura, vuestros padres no os dan una educación ni os enseñan a respetar.
-Le parezco yo maleducado?
- No! Tu no! Me refiero a en general! Ves? No me escuchas, vas a tu bola! Pero a mi no me la dan, porque yo tengo ya 40 años y de estas cosas sé! Vamos hombre, que te veo ahí, con las manos en los bolsillos, así(se pone en plan mirando al cielo y con la boca abierta), ahí sin hacer nada, con el pelo largo, que vamos, puedes tenerlo como quieras eh? No te voy a decir como ir, pero que se nota que estás mal,porque blablabla...Pero vamos, que te voy a decir a ti, haz lo que quieras, estudiante y todo!
La señora se da la vuelta y se va(para mi tranquilidad). Reflexiones inmediatas:
- Tiene los ojos del shinigami. Puede ver mi edad.
- Mi imagen evoca tristeza y amargura.- No vuelvo a quedar con nadie en la estación de autobuses a no ser que sea estrictamente necesario.