Mi estantería, por fin.
Mi estantería, el regreso.
Mi nuevo laúd. Todo mio él.
La viga de lo innombrable. Esto, caballeros de armadura oxidada montados en cebras que te canean si no les cuentas algo interesante, bandas que te roban para luego sentirse culpables y entregarse a la policía y monstruos que te devoran si no te cambias de compañía de teléfono, son nuestras partidas de Arkham horror.
Las pizzas de este restaurante están geniales, pero la caja da grima.
Tabaco oficial de las partidas por "El Faker".
"Perro braseado. ¿Quién estaría tan enfermo como para comer algo así?"