El hombre que se hizo a sí mismo.

Hace ya mucho tiempo, volvía a casa con un par de colegas tras salir del trabajo de verano. Caminabamos en silencio hasta que uno de mis dos compañeros rompió el hielo para iniciar una interesante conversación que nos demostraría que estábamos, sin duda alguna, ante un genio.
Genio: Oye, una cosa, ¿quién os enseñó a vosotros a comeros un huevo frito?
Humano común 1: A mi? Pues yo que sé...Comerse un huevo frito no tiene mucha historia, supongo que de ver a mis padres...
Genio: Es que es eso, entonces te enseñaron tus padres...Pero a mi me parece curioso el hecho de que la mayoria de la gente no sabe comerse un huevo frito.
Humano común 2: Que dices...pero si no tiene misterio.
Genio: Que si, a mi por ejemplo mira, no me enseñó nadie, yo solo cuando tenía el huevo delante sabía como comérmelo sin que mis padres me dijeran como, y luego yo veo a la gente comer huevo frito y no saben como hacerlo...Algunos se comen la yema primero, otros la clara...Vamos, que ni idea de como comérselo.
Humano común 2: Y que tiene de malo que te comas la yema primero?
Genio: Pues que no es así, hay que reliarlo todo y comérselo junto, vamos, ASÍ es como hay que comerse el huevo.

Lo siguiente fue una breve discusión en la que nos intentó dejar claro al otro chaval y a mi que nos comíamos mal el huevo y que no se lo podía comer cada uno como quisiera. Y todo eso lo averiguó el solito...Un genio vamos, se hizo a sí mismo.

Varios puntos de interés...2

Los mejores cereales para comenzar el día.
Películas que algún día (muy lejano) veré.

Película de visionado obligatorio.
Slowpoke.
Zurmano de capricornio.

Grupazo.
...

Las magic convierten en zombies a los niños.

Hace ya tiempo, estábamos Wilhemson y yo sentados frente a una tienda de modelismo de Marbella llamada Hermanos Tirado( a dia de hoy, Hobby Tirado). Habíamos ido en bus y como por una vez este había realizado su recorrido sin retraso alguno llegamos cuando aun no había abierto. Por ello localizamos un banco a la sombra en un parque frente a la tienda y ahí decidimos esperar. Eran las 17:15.
A los pocos minutos de estar sentados, la magia del lugar comenzó a hacer efecto y 2 ancianas se acercaban sonriendo. Una tenía dos cojines. La otra, una olla de potaje. Al llegar al banco en el que estábamos sentados, una puso los dos cojines y dijo "Aquí está bien", se sentaron y pusieron el potaje en el suelo entre las dos. Seguro que a Wilhemson se le pasó por la cabeza la frase "nunca las mires a los ojos", nos levantamos y nos fuimos a otro banco.
Pocos minutos después, llegaron las 17:30, hora de apertura de la tienda en la que teníamos pensado echar una ojeada. Vimos como el dueño llegaba y levantaba la persiana metálica cuando de repente...Nos pareció escuchar vagos gemidos llegar desde todas partes. Empezaron a salir muchachillos de unos 13 años con cartas en la mano de detrás de los quioscos y contenedores de toda la zona, si no había cerca de 20 chavales no había ninguno. Avanzaron hacía la tienda cuales zombis de Zack Sneider y se abalanzaron sobre el vendedor, que se los tuvo que quitar de encima diciendo "Solo he venido a por una cosa! Aun no está abierto!". Se dispersaron con la misma velocidad. Desde entonces, hasta el momento de apertura de la tienda, notabamos como decenas de ojos observaban desde la sombra...