Certamen de monólogos para aficionados.

Ayer tuve el honor de formar parte del jurado (así, por la cara) de este certamen de monólogos para aficionados. Participaba un viejo conocido de este blog, Alex Querubín, además de 4 personajes más. El premio: juguetes sexuales. Caja grande para el primero, caja pequeña para el segundo.

Primer participante, Antonio "Cani": Además de usar el monólogo de alguien (ahora mismo no recuerdo su nombre), tenía la gracia donde no da el sol.

Segundo participante, "Riqui": Quedó último y con razón. Malo con avaricia. 15 minutos hablando de sexo y repitiendo "ay, mi alma" cada 2 frases.

Tercer participante, Alex Querubín: hizo reir, el tio iba con confianza y además tenía cierta gracia contando las cosas.

Cuarto participante, Millán: Monólogo de Enrique San Francisco, se tiró mas de 30 minutos hablando(sobrepasando los 15 establecidos) y sus únicos puntos fueron una pequeña improvisación justo al subir al escenario. Lo peor es que encima de copiar monólogo, le salió mal, se olvidó de un par de cosas y dijo chorradas como pianos.

Quinto participante, "Rome": El puto amo. Un muchacho sencillo que subió tambaleándose al escenario, se quejó de ser el último(se sirvió unas pocas rondas para no aburrirse). Tenía un gorro y una cerveza hechos con globos y se le olvidó medio monólogo, como poco. Fue el mas original de la noche y el mas borracho del local.

Ganador: Enrique San Francisco, a pesar de no estar ahí. Quizás tenía algo que ver su amistad con los dueños del bar o que la mitad del jurado eran coleguillas suyos. El chaval dejó claro que no tenía gracia cuando Alex(2º puesto) dijo de marcarse un par de cosillas, ya que habían quedado primeros. Que bien habrían venido un par de tomates a mano.